Seguimos sin abandonar la E45 hasta la puerta del Círculo Polar Ártico en la localidad de Jokkmokk. La jornada de hoy es una repetición de la anterior: bosques de abedules, pinos y abetos, lagos, caseríos de madera dedicados a la ganadería, alguna pradera y pequeñas poblaciones con las casas típicas de la zona, siempre pulcros y bien cuidados. Los caseríos ponen una nota pintoresca en el paisaje. Se ven dotados de grandes almacenes para el forraje y maquinaria, mucho mayores que las viviendas. De madera y pintados de un llamativo color rojo sirven de contraste con el verde del campo.

En la carretera, a la altura del paralelo 66º33.015'N, hay un área de descanso extensa, junto a uno de los millares de lagos de la región, con una cafetería y un área de pago de autocaravanas (100 coronas) dotado con electricidad (40 coronas más). Unos hitos de piedra pintados de blanco marcan el paso del paralelo que establece la frontera del Círculo Polar Ártico. Colocamos una piedra con nuestros nombres bajo la primera pintada de blanco junto al lago y después de la obligada sesión fotográfica nos disponemos a descansar. (66º33.015'N/19º45.826'E).

El Círculo Polar Ártico delimita el extremo sur del día solar en el solsticio de verano donde el sol no se pone durante las 24 horas. Aunque el límite es variable en el tiempo, está establecido en el paralelo 66º33.015'N. En Europa éste límite está próximo a las poblaciones de Rovaniemi en Finlandia, Mo I Rana en Noruega y Jokkmokk en Suecia.