Empiezo mi relato pasada la frontera sueco-noruega, ya que si empezamos con todas las maravillas que hay en el camino, tardaríamos varios “años” en llegar a Noruega.

En cuanto paséis la frontera de Dinamarca. LUCES DE CRUCE, siempre, siempre, de día, de noche. Primera cosa a recordar cada vez que pongáis el motor en marcha.

En Suecia, y también en Noruega, respetad al máximo las limitaciones de velocidad (aunque encontréis una señal de 60 en medio de lo que parece un bosque y no veáis a nadie en kms. a la redonda), por dos motivos:

1.- Los nativos las respetan, no he visto en ningún sitio una gente con una educación cívica más grande, y además con esta conducta ponen en evidencia rápidamente a los incívicos (italianos y españoles en su mayor parte.)
2.- Por que hay infinidad de radares “invisibles”, las multas son de órdago y además no te vas si no pagas, en efectivo, con tarjeta o “en especie”. :-)))), conozco el caso de un convecino que se marchó sin llevar la documentación de la caravana en regla (acababa de comprarla y no tenía legalizado ni el enganche, ni el conjunto tractor caravana) y tuvo que volver a casa a buscarla, le precintaron la caravana que se quedó en Noruega hasta que con todos los papeles a punto volvió a por ella, total, vacaciones dos veces.

En Suecia, es costumbre que el vehículo que va a ser adelantado se salga al arcén, permitiendo el adelantamiento aún en caso de que haya raya continua y vengan coches en sentido contrario, es una norma que nos llama mucho la atención, pero que evita un montón de accidentes.

Las carreteras soportan durante la mayor parte del año condiciones durísimas, por lo que salvo la E-6 no están en perfectas condiciones, atención a las rayas del centro, mejor dicho, cuando no hay rayas, quiere decir que la carretera se estrecha, incluso a veces hasta el límite que sólo pasa un vehículo, hay “apartaderos” de cuando en cuando, para permitir el cruce. Sobre todo en la región de los fiordos. De todos modos el civismo de la gente y una buena dosis de paciencia, hace que el viaje sea llevadero.

A los que lleváis críos, en Dinamarca cerca de VEJLE hay un pueblecito llamado BILLUND. Allí está la fábrica de juguetes educativos LEGO, tienen un parque llamado LEGOLAND donde con las piezas de los juegos han hecho reproducciones a pequeña escala de casi todas las maravillas del mundo mundial, incluida amigo Toni una reproducción de las ISLAS LOFOTEN. Vale la pena dedicar medio día a visitarla y si después les compráis cualquier juego, vais a pasar el resto del viaje distraídos, los críos jugando y los padres........ recogiendo las piezas del suelo.

A mi juicio es mejor dejar para el final la visita a OSLO, por dos motivos:
1.- Si se va con tiempo suficiente, puede servir como un pequeño descanso antes de afrontar la “bajada”
2.- Si no se va con tiempo suficiente, entre dedicar un día a pasear por un glaciar o a pasear por OSLO, para mí está clarísimo, lo último siempre la ciudad.

Finalmente, ya que si no va a ser más largo el prólogo que el relato, una advertencia, no está estructurado en días, ya que el ritmo de viaje varía mucho según las circunstancias familiares, (críos pequeños, limitaciones físicas, personas mayores, etc.) y los gustos de cada uno, ya que donde uno se extasía durante horas, otro pasa de puntillas en cinco minutos.