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Escapada a Pont du Gard y Uzés Este ha sido un viaje frustrado por una avería en la auto, al final se ha quedado en excursión de cuatro días, que hemos disfrutado mucho. Maria José Caldentey noviembre 2021 |
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1er día. Jueves 4 de noviembre. St Feliu – Narbonne – Castillon du Gard = 420km | ||||||||||
Hemos salido un poco tarde de St Feliu y además hemos encontrado mucho tráfico en la autopista que desde que es gratuita está inundada de camiones. Me parece una barbaridad que sea gratuita para los extranjeros que nos visitan porque nosotros pagamos caro las autopistas en sus países (excepto Alemania).Por lo menos tenemos un buen sol que nos acompañará todo el día. Conduzco yo mucho tiempo porque a Isidre no le conviene mover mucho la pierna izquierda (la del pedal de embrague) puesto que aún no hace ni dos meses de su operación de cadera. A la una en punto entramos en Narbonne para comprar en el Carrefour del Centro Comercial situado a pocos kilómetros de la autopista. Almorzamos en el mismo parking, hoy más vacío que en otras ocasiones. Llegamos a Castillon du Gard aún con sol, aparcamos en una amplia explanada delante del cementerio (43,967059/4,553651) y a sólo 400m del “vieux Castillon”. Paseamos ¡caminando! como hace tiempo que Isidre no podía hacer. Descubrimos un encantador pueblecito, con una zona de callejuelas empedradas y casas medievales de piedra color ocre-dorado perfectamente conservada. Las calles más bonitas, tal como indica la guía son la rue des Marchands y la rue de la Citernasse. Casas con contrafuertes, arbotantes, arcos, gárgolas, vitrales, murallas y torres. Vemos algunas luces en varios interiores, o sea que están habitadas, incluso ahora que no es temporada vacacional. Anocheciendo regresamos a la auto. Estamos leyendo tranquilamente cuando de repente empiezan a llegar coches que nos rodean, siempre conducidos por una mujer que se dirige, bolsa en ristre, a un edificio que hay adosado al cementerio. Luego veremos que es un Centro Social. Por la forma y tamaño de las bolsas juraría que van a Yoga. Una hora después salen todas y se van. Ya no veremos ni oiremos nada más en toda la noche. |
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2º día viernes 5 de noviembre: Castillon - Pont du Gard – Uzès = 19km | ||||||||||
Después de una muy tranquila noche nos desperezamos con un espléndido sol y mucho viento. Tras el almuerzo y el vistazo de rigor a nuestra “Vanguardia” nos desplazarnos al Parking de Pont du Gard orilla izquierda: 43,9522/4,5362. Hay un parking en cada lado del puente, el coste es el mismo: 9,5€/pax (más barato si se compran por internet con antelación) que incluye la entrada a las instalaciones y visita del puente. En la orilla izquierda (por la que entramos nosotros, se encuentran las instalaciones de museo cafetería, sala de exposiciones y tienda de recuerdos, pero -como averiguaremos después- las mejores fotos del puente son desde la orilla derecha. O sea que sí o sí hay que atravesar el puente si se quiere disfrutar de una visita completa. Tengo que reconocer que la visita me ha sorprendido positivamente, había visto tantas fotos del Pont que no me esperaba que me impactara como lo ha hecho su grandiosidad. Construido hacia el año 50 es Patrimonio Mundial de la UNESCO y el elemento más prestigioso del acueducto de Nîmes. Se eleva a más de 48 metros y se extiende por el río en una longitud de 275 metros. El puente tiene tres niveles compuestos por arcos: La planta baja consta de seis arcos la planta intermedia consta de 11 arcos y la superior 35 arcos. Pero no sólo es bonito el puente, también su entorno, respetado y cuidado, es de una gran belleza. Se pueden pasar horas paseando por los cuidados jardines que rodean el puente, de hecho nos cruzamos con familias provistas de mochilas que seguro contienen un buen almuerzo campestre. Nosotros no podemos abusar de la cadera de Isidre así que regresamos a la auto tras un bonito y suficiente paseo. Nosotros hemos sido madrugadores, ahora el parking está mucho más lleno lo cual no deja de sorprendernos porque es jueves, día laborable. Nos desplazamos hasta Uzès a sólo 14km. Allí pensamos instalarnos en el Domaine Saint Firmin (44, 0166/4,4209) según la App Park4nigth es la finca de unos viticultores que ofrecen aparcamiento, agua y vaciado de grises y negras, todo gratis y está a sólo 400m del centro. En efecto, lo leído se cumple, el parking es muy amplio y ya hay unas cinco o seis autos. No hay que hacer nada, si quieres puedes acercarte a la tienda que tiene uno de los edificios y catar/comprar vino, pero nadie te dice nada si no vas. A pesar del sol tan fantástico que tenemos, nos damos cuenta de que no tenemos mucha batería y que está cargando muy poco por lo que dejamos un ratito el motor encendido para que cargue. Pensamos que el panel solar no debe ir bien. Almorzamos y descansamos, luego nos acercamos al centro, que, realmente, está muy cerca. En la Oficina de Turismo me dan un mapa del centro histórico y nos dirigimos al Chateau. Lo visitamos y los 20€ que pagamos cada uno nos parecen, al final, un timo. Recomiendo ahorrarse los 40€ para cualquier otra actividad. El centro, en cambio, nos gusta mucho y está bastante animado, tiene forma circular rodeado Compro unos dulces en una boulangerie patisserie que resultan deliciosos ¡cómo me gusta el dulce!. Anochece cuando regresamos a casita para una velada encantadora de música y lectura. Comprobamos que aún tenemos suficiente batería aunque ha bajado un poco.
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3er día sábado 6 de noviembre: Uzès | ||||||||||
Uzès fue villa episcopal en el SV. y se enorgullece de haber sido el primer ducado de Francia, tiene un rico patrimonio arquitectónico e histórico, mezcla de estilos medieval, renacentista y clásico. Esta mañana es obligado acercarse a la Place des Herbes, espléndida, rodeada de bonitas casas con arcadas ocupadas por comercios, restaurantes y cafés, en el centro una fuente y muchos árboles bajo los que esta mañana se han instalado los puestos del mercado provenzal que tiene lugar todos los sábados. La oferta es muy variada, desde verduras y quesos a pescado, ostras, ropa, artesanía de mimbre y de palma, ferretería y libros y música de viejo. Compramos queso y un pijama navideño muy gracioso para la recién llegada a la familia y nos sentamos a tomar un café en una de las terrazas desde la que seguimos contemplando el bullicio que nos rodea. Regresamos a casa para almorzar y descansar aunque antes nos acercamos a la tienda de vinos de la finca que nos acoge y compramos unas botellas de tinto. Por la tarde seguimos descubriendo Uzès recorriendo tranquilamente sus callejuelas, sus plazas y sus monumentos, como, por ejemplo, los palacetes y la extraordinaria torre románica de Fenestrelle, vestigio de la antigua catedral, que posee el único campanario redondo de Francia y que recuerda mucho a la Torre de Pisa pero en pequeño. Nos acercamos a ver el huerto medieval (con verduras antiguas y plantas medicinales) pero Isidre ya ha caminado mucho y mejor no forzar. Nos vamos a una cafetería-pastelería a la que ya había echado el ojo. La sorpresa es que mi código QR de la vacuna (nos lo piden en todas partes) da negativo, lo prueban tres veces y nada. Aunque al final me dejan entrar me fastidian la merienda pues ya no me quedo tranquila si el código puede fallar. Ya es noche cerrada cuando regresamos a la auto, el parking está a rebosar, hay autos y campers por todos los rincones, imaginables e inimaginables. Tenemos poca batería pero mañana iremos a un área con electricidad por lo que podremos recargar bien. Para esta noche tenemos suficiente. |
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4º día domingo 7 de noviembre: Uzès – St Feliu de Codines | ||||||||||
Todo estupendo, pasamos buena noche y amanecemos con sol y poco frío. Desayunamos tranquilamente y recogemos para iniciar la excursión del día. Y aquí llega la sorpresa: en el momento de poner en marcha el motor no hay batería. Nada. Cero. Incomprensible, pero no nos queda otro remedio que llamar a nuestra Asistencia en carretera y que vengan a rescatarnos como así sucede al cabo de dos horas. Ponen el motor en marcha y recargan nuestras baterías. Decidimos volver a casa porque no entendemos muy bien qué puede ser, ahora ya atamos cabos con lo de que la placa solar no cargaba… o sí pero se escapaba la carga por otro lado… o sea que fin de la excursión. Volvemos a casa y sólo pararemos el motor para repostar. A las seis ya estamos en casa, mañana al taller. |
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Viajar en Autocaravana |
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