La ocupación del espacio por elementos de la autocaravana que superen o amplíen el perímetro del vehículo mediante transformación o despliegue de dispositivos de la misma, puede suponer acampar y, por lo tanto, puede incurrir en un uso inadecuado de los lugares de estacionamiento en la vía pública.

Nuestras leyes avalan el derecho de una autocaravana a estacionar en las mismas condiciones que un turismo. Sin embargo, la acampada libre está prohibida por las leyes de Campamentos de Turismo en muchas Comunidades Autónomas, por la ley de costas que afecta e una franja del dominio marítimo terrestre de aproximadamente quinientos metros a partir de la pleamar y por los Reglamentos de Uso de muchos de los Parques Naturales Protegidos.

La diferencia entre estacionar una autocaravana y ser un medio de acampada dependerá de cómo ocupamos la vía pública. Además, el mal uso de una autocaravana puede provocar, por el desconocimiento del medio, un rechazo de las Administraciones y de los vecinos y provocar prohibiciones generalizadas que van a afectar a todo el colectivo. Las prohibiciones generalizadas no respetan los derechos individuales de las personas ya que afectan por igual a los que cumplen con la ley y a los la infringen. Esta actitud es siempre rechazable porque lo que se debe reprimir son las conductas individuales y no a los colectivos de usuarios. Sin embargo debemos rechazar frontalmente conductas incívicas como:

- El vaciado salvaje de los depósitos de aguas usadas.

- El acceso agresivo a zonas fuera de la vía pública.

- El reagrupamiento y la concentración de unidades.

- Desplegar elementos que desborden el perímetro del vehículo.

Por otra parte nuestro comportamiento individual va a crear la aceptación o rechazo por parte del vecindario de los lugares que visitamos y por ello debemos reflexionar sobre nuestra actitud: ¿Soy un autocaravanista francamente individualista? ¿Soy eficaz y discreto? ¿O todo lo contrario? Hay situaciones que producen una “polución visual o sicológica” entre aquellos que nos ven o nos acogen. No se trata de auto flagelarse, se trata principalmente de afrontar una realidad de cara. Procuremos que los incívicos sean, de hecho, una pequeña minoría Que sean inocentes o inconscientes poco importa, ¡con su conducta ellos contribuirán a aumentar las razones de quienes nos rechazan! Es necesario romper este círculo vicioso y entrar en un círculo virtuoso que haga que seamos apreciados.

El mensaje a transmitir son las “Reglas de Oro del autocaravanista” que Camping Car Liberté y ACCL han difundido desde hace tiempo entre los usuarios franceses. Se trata de desarrollar en nuestro pequeño mundo autocaravanista y no solamente entre los internautas el sentido de la responsabilidad que nos haga ser apreciados

REGLAS DE ORO DEL AUTOCARAVANISTA PARA HACERSE APRECIAR:

1- ELEGIR

Estaciono con discreción

Solicito el acuerdo para estacionar

Protejo y cuido el entorno

2- RESPETAR

Evito ocultar los lugares

Evito las aglomeraciones

Organizo el vaciado de los depósitos

3- COMUNICAR

Dialogo con los vecinos

Participo en la mejora de nuestra imagen

Enriquezco los sitios de Internet especializados.