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  Viajar en autocaravana

Arsenio Gutiérrez Labayen arsenio@viajarenautocaravana.com
Enero 2003
 

El uso de una autocaravana como medio para hacer turismo está en auge. El incremento de las matriculaciones de autocaravanas supera a la de los coches en todos los países de nuestro entorno. En la CEE se calcula que el parque de autocaravanas cuenta con más de un millón de unidades, con un crecimiento anual de un 20%. Unas doscientas mil autocaravanas cruzan anualmente nuestras fronteras transportando mas de medio millón de turistas.

Lo sorprendente no es sólo el crecimiento de esta forma de viajar, sino quien la protagoniza. Una reciente encuesta realizada en Francia por la empresa Etudes Harris, AFIT, Sicverl revela que, de los 160 mil autocaravanistas franceses, el 70% se sitúa por encima de los 50 años. El 70% de los encuestados dispone de unas rentas anuales superiores a los 28.000€. Otro dato curioso es que el 70% de los autocaravanistas lo componen empresarios, jubilados, empleados, enseñantes y directivos. En cuanto a la costumbre respecto al consumo la encuesta señala que un 44% de los encuestados se aprovisionan en el comercio local y un 61% en las grandes superficies. Un tercio de los turistas en autocaravana visita un restaurante dos o tres veces por semana.

No solo contribuyen a mejorar la economía local sino a prolongar la temporada turística ya que una parte muy importante de las visitas se sitúa fuera de la temporada alta: primavera y otoño e incluso el invierno son las épocas preferidas por los jubilados para viajar por la parte sur de la península.

Una autocaravana proporciona las dos necesidades básicas para hacer turismo: vehículo y habitáculo. Como vehículo es un furgón transformado para el transporte de dos a seis personas y como habitáculo dispone de todo los elementos necesarios para comer, dormir y el aseo personal. Con mayor o menor lujo, mas o menos avanzadas, mas o menos costosas, todas las autocaravanas disponen de las comodidades necesarias para viajar y descansar.

Desde un punto de vista sanitario, las autocaravanas disponen de lavabo y ducha, cuyas aguas jabonosas se recogen en un depósito con una autonomía de varios días así como de WC. Los residuos del WC se depositan en un recipiente incluido. Los depósitos se vacían periódicamente en las redes de alcantarillado situadas en gasolineras o en áreas específicas.

La autonomía que proporciona la autocaravana permite realizar un tipo de turismo que se caracteriza por la libertad y respeto al medio ambiente. No es necesario planificar un viaje. La información contenida en las guías y la difundida por Internet permite viajar con una suerte de improvisación controlada. No es necesario reservar de antemano las habitaciones en un hotel o las plazas de acampada. Cualquier lugar de estacionamiento en las vías públicas seguro y tranquilo es suficiente para cubrir una etapa.

En las vías públicas, únicamente se puede estacionar. Desplegar elementos que desborden el perímetro del vehículo puede ser considerado como acampar. Es frustrante comprobar como algunas autoridades locales permiten a los automovilistas sacar sus elemento de picnic mientras penalizan la misma práctica a los autocaravanistas. Sin embargo, esta permisividad no convierte en legal la acampada en autocaravana.

Al norte de los Pirineos, principalmente en Francia, han entendido el potencial de este tipo de turismo. Grandes regiones como la Bretaña, la costa atlántica, la Camargue, los Pirineos, Normandía, etc. se han dotado de instalaciones adecuadas, áreas de descanso municipales, espacios facilitados en granjas o en bodegas, excelentes camping municipales adaptados a las necesidades de los autocaravanistas, todo ello apoyado en una documentación extensa en las guías y en Internet, convierte a este país en un destino ideal.

Junto a estos destinos, Alemania, Italia, etc. disponen de instalaciones cada vez mejor acondicionadas para acoger turistas en autocaravana.
Nuevos países se unen a la oferta, deseosos de captar un turismo que ellos consideran interesante, están Eslovenia, Polonia o Hungría.

A principios del otoño se produce una migración: jubilados ingleses, franceses o alemanes buscan un poco de calor en el sur de Europa. España, por su falta de infraestructuras y su actitud poco acogedora, queda fuera de las rutas para una gran parte de estos turistas y se convierte en mera zona de paso hacia uno de los destinos míticos para el autocaravanista, Marruecos. Túnez, Turquía o Grecia, se unen a estos lugares invernales además de la meca, en junio, del Cabo Norte en Noruega.

España, aunque con un incremento de matriculaciones superior a la media europea, dispone de un parque muy limitado de autocaravanas. Se calcula que existen menos de treinta mil matriculadas, un tercio de las que le correspondería comparando la población con la francesa.
Tampoco la infraestructura y acogida favorecen su uso. No pasan de dos docenas las áreas de vaciado y llenado de depósitos en toda la red de carreteras y hay menos de cuarenta áreas de acogida en las poblaciones. Para establecer una comparación, podemos decir que Francia dispone de más de cuatro mil áreas entre las de descanso y vaciado de depósitos sin contar los situados en estaciones de servicio, granjas y viñedos. Otros países como Italia, Alemania disponen de centenares de lugares donde se puede estacionar y pernoctar a bordo de una autocaravana.

Todos los países de nuestro entorno permiten el estacionamiento habitado de las autocaravanas, tanto en los estacionamientos privados como en los de las vías públicas, en las mismas condiciones que los demás vehículos del mismo tamaño o peso máximo autorizado (MMA).

Para colmo, en España no se ha captado la diferencia que existe entre acampar y estacionar. Como en todos los países de nuestro entorno, la acampada libre está prohibida en todo el territorio nacional. Sin embargo la autocaravana, como vehículo automóvil, está sometida únicamente a la Legislación sobre Tráfico, Circulación y Seguridad Vial, en lo concerniente a la circulación y estacionamiento en las vías públicas. Ninguna Corporación Local puede limitar o prohibir la circulación o el estacionamiento a autocaravanas, en las vías urbanas, por el mero hecho de ser una autocaravana sin extender la prohibición a todos los vehículos del mismo tamaño o MMA. No hay base legal para determinar que una autocaravana, correctamente estacionada, sin extender elementos de acampada que rebasen el perímetro del vehículo, pierda la condición de estacionada para pasar a “acampada”.

Sin embargo por la vía de los hechos consumados se está expulsando de algunos municipios costeros, a las autocaravanas que pretenden hacer una etapa en sus localidades.

Las causas de estos hechos son complejas: por un lado está el desconocimiento general de las posibilidades técnicas de las autocaravanas en cuanto al cumplimiento de las normas sanitarias, seguridad y protección del medio ambiente. Por otro lado está una defensa equivocada de lo que algunos propietarios de camping consideran como sus derechos pretendiendo meter a la fuerza a las autocaravanas en sus campamentos de turismo. Otra de las causas pueden ser los abusos de algunos autocaravanistas propiciados por una permisividad o pasividad a la hora de reprimir comportamientos incívicos, sancionados en las leyes de costas o de sanidad. Algunos ayuntamientos, como el de Santander, que pretenden atraer un “turismo de calidad” y consideran a los autocaravanistas como turistas de baja calidad sin tener en cuenta la importante fuente de ingresos que ese turismo genera.

Otros municipios, en sus normas de circulación prohíbe la acampada en todo el territorio municipal y define la acampada como cualquier forma de habitación de una autocaravana aunque esté legalmente estacionada. Estas normas probablemente son ilegales y además no han considerado que con la autocaravana no es necesario acampar. Para hacer una etapa y habitar la autocaravana es suficiente un lugar de estacionamiento autorizado, discreto y tranquilo.

La consecuencia de estos hechos se traduce en una desviación del turismo hacia otras zonas de mejor acogida, principalmente Francia y Portugal. Al mismo tiempo hacen que exista un parque muy inferior a la media europea aun contando con cuatro fábricas cuyos productos se exportan principalmente al extranjero.

Queda mucho trabajo para tratar de mejorar las condiciones de estacionamiento y estacionamiento habitado. Por ejemplo el de la divulgación de los beneficios que puede reportar este turismo al comercio local.

También hay que hacer una defensa del respeto a nuestras leyes frente a los abusos e interpretaciones abusivas de las autoridades locales y las fuerzas del orden y un conocimiento y cumplimiento estricto de las leyes sobre circulación y estacionamiento por parte de los autocaravanistas. Es imprescindible la adopción de unas normas de comportamiento ético y una actitud firme aunque respetuosa frente a la imposición de normas abusivas que pueden ser las claves para mejorar la práctica del turismo en libertad.

En la situación actual es la única actitud que debe adoptar el colectivo si deseamos invertir la situación de acogida en algunas de las zonas mas interesantes para el turismo de nuestra geografía.





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